bitácora de vuelo

Cuando vemos solamente lo que esperamos ver, vemos el contenido de nuestra propia mente, y pasamos por alto lo que realmente tenemos ante nuestros ojos.

Sin embargo -como delicioso condimento- hay ocasiones en las que puede suceder que lo previsto, ocurra de manera... imprevista!
Ahí es donde nos toca a nosotros elegir que camino seguir, qué permitirnos o no, experimentar.

Mucho ya hemos repetido y, de tanto rumiarlo, deja de pertenecer al aire y pasa a ser fibra de nuestra fibra: nada ocurre porque sí, aunque -claro- vaya a saber uno el por qué...
Ese mismo por qué, que tan poco importa y paradójicamente tanto nos distrae del aqui y ahora.



Hoy, despojándome de mi mente me sumerjo en el todo y la nada, dando rienda suelta y absoluto dominio al sentir. Disfruto del Todo y sus partes sintiéndome un puñado de plumas al aire:



Sin antes ni después
Sin ataduras

Libre

Instantánea y fugazmente libre





Después de todo, cuántos vuelos habremos hecho, y cuántos aún nos quedan por hacer?

No somos ni más ni menos que un cóctel de plumas, de las más exóticas variedades; una bitácora misma en la que guardamos cientos de vidas, miles de vuelos...


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1 comentario:

Andrés Piedra de Elfo dijo...

mas libre que nunca.
O mejor dicho libre como siempre fuiste, solo que nosotros voluntariamente nos atamos a las cosas. Lo que escribiste denota, muchismos vuelos amiga. y Desde arriba, ya no importan tanto las pequeñeces, sino el sentir el viento en las alas.
Saludos
Pequeña gota viendose reflejado en otra gota del gran mar